Dicen que hay cuatro cosas que
afectan al alma y por tanto a la conducta humana: La falta de amor,
la falta de dinero , la falta de salud y la falta de
sexo. Lo tengo presente desde aquella madrugada
cuando en la cafetería del hotel donde nos alojábamos,
apareció el PDG, “el Boss”. Su aspecto agotado, el
verlo en mangas de camisa, sin corbata ni chaqueta, su mirada como
perdida, más que llamarme la atención , me alarmó.
El día anterior lo había recibido en el aeropuerto. Estuve con él en los
dos consejos que presidio uno en la mañana y un segundo en la tarde . En
los dos cumplió con su fama de buen escuchador y captador de la esencia
de las opiniones, así como magnifico expositor de sus decisiones y de
rematar las mismas con un tono de
autoridad irrebatible para fijar programas , los hombres y los procedimientos
para lograr los objetivos aprobados , asi como el acierto – a veces
sorprendente- para delegar las funciones y responsabilidades primeras.
Se acercó para sentarse en la mesa donde estaba
trabajando en un plan de acción y presupuesto que me había
solicitado. Pidió un vaso de leche templada con unos sobres de
cacao y azúcar moreno. Permanecimos en silencio. Siguiendo el
consejo de mi abuela y de mi padre, según el cual: preguntar
es una falta de educación. Unicamente tienen derecho a hacer
preguntas los jueces y la policia. Continué callado
Parecía absorto viendo como su larga cucharilla hacia
dar vueltas al cacao hasta disolverse. Sin mirarme me
preguntó: Tú con esto de
dedicarte a la Seguridad y por tus trabajos anteriores eres
como un sacerdote guardando los secreto de confesión, ¿es asi?
. Si algo así Presidente, respondi
Mientras bebía su cacao, me miro como quien examina los ojos
de un pescado para saber si es fresco. Al dejar de nuevo el vaso en la
mesa y mientras volvía a dar vueltas a la leche con la cucharilla, me
espeto: ¿ Tu sabes lo que es tener una Venus de Milo?
. Supuse que era una pregunta trampa y respondí
que únicamente podía saberlo el Director del Museo del Louvre
Ya, ya, cierto. Pero mi pregunta es más actual, más
personal. Me refiero a aquellas Venus Afrodita que carecen de
cabeza, de brazos y en algunos casos de las piernas. ¿ Sabes a que
me refiero? Volvió al silencio. Estaba seguro que no esperaba respuesta.
Parecía más interesado en su propia meditación que en plantearme
una adivinanza,
Siguió. Muchas personas tenemos una Venus en casa,
parecen envejecer tan despacio, que es casi imperceptible. Son hermosas,
elegantes siempre, incluso desnudas, deseadas, inteligentes y
admiradas . Las escogimos y las amamos por todas esas cualidades. No
supimos su nombre autentico, su ADN hasta años después. Un día
descubres que estás en la cama con Venus Afrodita: carece de brazos
para abrazarte, cabeza para besarte, piernas para rodearte, y
únicamente tienen el calor que tú le das. Y sin embargo es ella. Por la mañana
será la mujer admirada, elegante, inteligente, colaboradora, afectuosa todo lo
que quieras, pero al llegar la noche su espíritu la transforma. Te quiere
sin duda, eres muy importante para ella absolutamente seguro, pero ella
parece no poder hacer otra cosa. Se dice que la Venus Afrodita, la diosa
del Amor, se apodera de su espíritu y envidiosa o no, inutiliza los
brazos, los labios , las piernas y ahuyenta el calor . Eso es tener una Venus.
Volvió al silencio. Solo de vez en cuando el choque de la cucharilla dando
vueltas en el vaso, lo rompía.
Creo que en mi vida nadie me había contado una
intimidad tan concisa y tan dolorosamente. No supe que
decir. Levanto la cabeza, me miró como si esperara una respuesta, una
explicación. Dudé, la primera idea fue recitarle algunas estrofas del
verso de Alberto Boudon. : Cuando seamos viejos, no me darás la espalda
…
… Cuando seamos viejos, estarás
más cansada
….Seremos compañeros, nos haremos
más falta
.. Cuando no esté
contigo, te notaras muy rara
.. te encontraras perdida, si un
día nos separan …
Pero
inmediatamente rechace la idea. No se ajustaba a su exposición.
Decidí explicarle la leyenda de la bruja asquerosa que se
casó con Lancelot a cambio de que el Rey Arturo saliera
indemne de un peligro cierto. Se rio al saber que el peligro consistía en ser
ejecutado de no hallar la respuesta a la pregunta ¿qué quieren las
mujeres?. La bruja le dio la buena respuesta, Arturo salvo la vida, pero
la bruja asquerosa logro casarse con Lancelot. La
historia le intereso y le distrajo
Eran casi
las cinco de la mañana. Desayunamos. Cuando unas horas después lo despedí
en el Aeropuerto me abrazó y se despidió diciéndome: Si no te
gustaran y entendieras tanto de mujeres, serian un buen obispo o canónigo
penitenciario . Nunca más hablamos del tema.
Años más tarde, nos
encontramos en un restaurant en Madrid. Rajoy acababa de ganar las elecciones.
Le dije que me extrañaba que no saliera en la lista de ministros o
de altos cargos. Respondió que no podía sacrificar a su familia tanto
económicamente (cobraba casi el doble que
un ministro) psicológicamente ( los
periodistas y la oposición te ponen siempre en la picota y mi familia lo
sufrirá ) el ambiente político ( no
quiero exponer y defender ideas y trabajos frente a unos
profesionales de : me opongo, de
que estáis hablando) ; y de
un confuso ambiente laboral , donde no tienen claro que un ministro es
el encargado de administrar, no de tener ideas. Si las tiene mejor, quien las
tiene y buenas son la sociedad, el sector al que sirve ¿tu me has visto
decirle a algún ingeniero o director de producción como tenía que hacer su
trabajo? Se es ministro para administrar el dinero, para llevar a la práctica lo necesario o lo
conveniente o para despedir a quien no lo sabe hacer. ¿Crees que con esas ideas
puedo aceptar ser ministro?. Hay muchos que se han sacrificado y aceptado, les
admiro. Yo no sirvo.
Hablamos unos minutos más de varios temas, y nos
despedimos de nuevo
Su esposa estaba allí, quince años más tarde de
aquellas confidencias seguía siendo muy guapa, muy atractiva, elegante y
simpática. Casi una diosa. O sea Venus- Afrodita completa
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