Durante los últimos años de vida del general Franco, en un pequeño sector de los servicios de espionaje se hacían reflexiones y análisis, que no sólo chocaban contra la inmensa mayoría del propio servicio. También había una parte importante de las personas que estaban involucradas en la lucha terrorista incapaces de dedicar unos minutos, horas o días a analizar las causas o consecuencias de la situación.
Del análisis que hacíamos algunos en esos años 60 y 70, sobre el terrorismo en general y el de ETA o de Terra Lliure en particular, se deducía que la política antiterrorista era una escalera, con los siguientes peldaños:
1º PREVENIRLO: Lograr mediante la acción política que el terrorismo no se despierte, que no haya motivo, que existan cauces convincentes. Es responsabilidad total de los partidos políticos y del Gobierno. POLÍTICOS
Conclusión: Lo debieron hacer, pero en el inicio no se quiso y luego ya no pudieron.
2º DISUADIRLO: Que si el terrorismo se despierta e inicia su actuación, las dificultades operativas, logísticas, económicas e informativas a las que se tengan que enfrentar sean tan elevadas, que en un breve plazo se convenzan de la dificultad o imposibilidad de progresar en ese
camino de violencia. Esta función corresponde a la política exterior del gobierno y del Ministerio del interior, a la eficacia de los servicios de información y de inteligencia, a la oportunidad, rapidez y proporcionalidad de las acciones de las unidades policiales, así como de la unidad de criterios con los medios de comunicación y el sentir de la población. POLÍTICOS + GOBIERNO + POLíCIA + SOCIEDAD.
Conclusión: La política exterior no tenía fuerza moral ante otros gobiernos. El Ministerio del interior carecía de un plan integral de actuación. Los servicios de inteligencia e información no estaban preparados. Se estudiaban a los montoneros, y resto de grupos terroristas sudamericanos, sin darse cuenta que el fundamento de estos era por reivindicaciones sociales e ideológicas, mientras que el de aquí, era la lucha por una lengua que se consideraba al borde de extinción y una raza. Más tarde vendría la ideología, como complemento necesario para su reconocimiento internacional y para lograr el apoyo de otros grupos.
3º LIMITARLO: Que en tanto dure la actividad terrorista, la amplitud y análisis de la información, así como el despliegue y actividad policial, den como resultado unos daños muy inferiores a los pretendidos. POLíCIA.
Conclusión: Se trabajaba sin medios técnicos que le dieran mayor amplitud, profundidad y eficacia al esfuerzo de guardias civiles y policías. No se incrementó la protección de los agentes. Estas deficiencias costaron un gran número de víctimas. Poco a poco se tomará la iniciativa, el germen de la misma, y con un desarrollo espectacular el centro será el cuartel de Intxaurrondo de la Guardia Civil.
4º NEUTRALIZARLO: Disponer de información suficiente para: cegar, confundir, alterar o dominar sus aparatos logístico, financiero y operativo. Bien topos, por compras, por chantajes, etc. Esta función corresponde a los Servicios de Inteligencia, cuya labor no es detener a una persona o a un comando, sino encontrar los hilos que lleven a romper la totalidad de la red terrorista. INTELIGENCIA.
Conclusión: Se tardó en reconocer que ésta era la principal misión de los servicios de inteligencia frente al terrorismo. La operación de infiltración del “Lobo”, fue la verdadera acción de inteligencia.
Tras el golpe del “Lobo”, el conocimiento del funcionamiento interno de ETA se amplió y precisó. Ése era el camino. Unos años antes, ya se habían iniciado unas operaciones o acciones bien para penetrar en los círculos de acción terrorista o desvirtuar las repercusiones de sus acciones. No todo eran éxitos, pero se caminaba hacia ellos.
Los terroristas catalanes, volaron la cruz de los caídos en una población del Vallés. De inmediato las fuerzas vivas organizaron un acto de desagravio donde cantaron el "cara al sol", se levantó el brazo y se colocó una corona de flores. Mucha gente creía que esos actos de vandalismo no conducían a nada, pero bajo ningún pretexto asistían al acto de desagravio donde se levantaba el brazo.
Los servicios de inteligencia tuvieron que vencer unas serias resistencias para lograr que esos actos monopolizados por la Guardia de Franco y personas de ultra derecha o derecha, se cambiaran por otros más sencillos: no decir nada, no cantar nada, tan sólo rezar si se era religioso. No convocar, simplemente sugerir que las personas que rechazaban el hecho depositaran una flor. Pocos días después volaron el monumento a los caídos en la entrada de la Diagonal de Barcelona. Al día siguiente estaba lleno de flores, algunas se arrojaban desde los coches, ante el miedo a ser identificado. La reacción del grupo terrorista fue tajante, no volvieron a volar un monumento.
Ante esos criterios de actuación frente a los terroristas, había tres marcadas posiciones:
EL BUNKER: En su criterio, el único método valido de enfrentarse a estos grupos era la reacción, el castigo fulminante, el “yo más”, “ojo por ojo, diente por diente”. Estas personas abundaban en todas las estructuras de poder, pero también en la sociedad. Se intentaba una y otra vez decirles que las míticas acciones de los servicios secretos israelís, acabarían siendo la semilla de un futuro en permanente conflicto. Imposibles de convencer, las reacciones intestinales podían sobre el análisis inteligente.
En el Servicio se creía que muerto Franco, el poder, la influencia y los criterios de estos grupos disminuirían. Nos equivocamos. Quienes menos parecían participar de estos criterios montaron el Gal. El Bunker se extendía como un gran abanico, no era tan sólo la opción de la ultraderecha.
LOS PROGRES Y LA OPOSICION CLANDESTINA: Su actitud era de comprensión y tolerancia por creer que ETA sólo luchaba contra la dictadura y por la democracia. Con la muerte de Franco, todo sería días de vino y rosas. Era lamentable que tantos y tan buenos fueran en su mayoría incapaces de entender que no acabaría con el final de la Dictadura. Entre ellos un buen amigo mío, de relevante posición intelectual y que más tarde ocuparía un puesto en el Gobierno. En su casa habían tenido lugar reuniones de demócratas catalanes con terroristas de ETA. Años después y tras dejar su responsabilidad de gobierno, seguía creyendo en la posibilidad de diálogo. Nunca le pude convencer de lo contrario. Le expresé mi temor de que él fuera peor enemigo de ETA que cualquier otro personaje del Bunker. Que tuviera mucho cuidado. Nunca creyó en la absoluta maldad de este grupo. Fue asesinado en su garaje.
Los servicios se esforzaron mucho en trabajar con la oposición para que ésta distinguiera entre la oposición democrática y la tolerancia a la violencia terroristas. Los logros fueron pocos, la miopía política de la gran mayoría era decepcionante.
LOS SILENCIOSOS: Eran los que no se manifestaban. Se dividían en dos grupos: a uno de ellos no les gustaba, sabían que no era el camino y que esto iría a peor; el segundo grupo estaba compuesto por todos aquellos que pensaban que los asesinados “algo habrían hecho”, pues nadie mata por matar. ¡Dios que simpleza!
Ante este panorama, los Servicios de Inteligencia trabajaban en todos los frentes, el operacional frente a ETA, el de contención del Bunker, en hacer reflexionar a la oposición, convencer al gobierno de la absoluta necesidad de distribuir y coordinar las funciones operativas antiterroristas, y, sobre todo y ante todo, en abrir una puerta a la esperanza. La esperanza de un diálogo que permitiera acabar con la crispación, y abrir paso a una transición serena. Amenazada, pero serena.
La escasez de los resultados de estos trabajos, el encasillamiento en las posiciones de los interlocutores de los que esperábamos más – bien por su posición o por el nivel cultural que se les presumía- llegamos a definirlos como analfabetos sociales, aquellos que ni leen, ni escuchan, ni saben, nada que no reafirme su opinión o su criterio. Triste, muy triste, pero yo lo vi así.
Es un error buscar en el pasado estructuras, procedimientos e instituciones para construir el futuro. Cada época tiene su timón, analizar la realidad diaria nos dirá cuál es el de hoy. La tecnología lo hace fácil, únicamente necesitamos imaginación, generosidad y no creernos en posesión de la verdad.
La abdicación de S.M. el Rey Juan Carlos para dar paso a la generacion de S.M. Felipe VI, parece haber abierto un nuevo tiempo de esperanzas y quehaceres. Algunos ancianos y prestigiosos soldados creen haber oído : Misión cumplida, pueden retirarse. Pero no es así. España no se salva porque uno agite una bandera de esperanza.España es como la tierra que los labradores aran, siembran, abonan, sulfatan, limpian, siegan,recogen para volver a abonar, esperar el tempero, y así empezar el ciclo de labrar. etc. España no permite descansos, es ir en bicicleta, si dejamos de pedalear se cae. España va de la euforia a la depresión con extrema facilidad. Los viejos soldados y todos los ciudadanos curtidos en la búsqueda de la democracia, que pusieron su honor, honradez y trabajo al servicio del resto de los españoles, no pueden retirarse. Limpios de ambiciones personales, deben salir -si es preciso de uno en uno- por todos los pueblos de Cataluña y del resto de España para combatir el silencio de los conformistas y el griterío de los talibanes
Comentarios como éste, me llevan a tantas tardes en las que te he escuchado hablar de temas en los que eres maestro.
ResponderEliminar