He asistido en
mi vida a reuniones raras, aburridas, ininteligibles y proféticas, pero ésta fue diferente a todas.
Era el año 1972 o 73. Los
conferenciantes eran tres, trajeadas tan
pulidos como unos mormones. Los asistentes debíamos ser
unos treinta. Las tres
charlas fueron un análisis sobre el
futuro económico de España.
Resumiendo,
en sus largas, aunque amenas e interesantes exposiciones defendían que, España
debía aspirar como todas las naciones a
industrializarse, pero este intento debería
orientarse a ser pionera en las industrias derivadas de
sus fuentes de riqueza más importante.
Estas se orientan en tres
direcciones
LA MADERA Y EL AGUA : España
estaba llamada a ser- y podría serlo- la
reserva forestal de Europa. Cientos de miles o millones de hectáreas están
abandonadas. El reforestar debía ser un objetivo nacional. Me gustó cuando dijeron que España debería definirse como un país de bosques.
Hablaron del agua, según ellos, era increíble que cada año hubiesen inundaciones para meses más tarde adolecer de
sequias. Debe seguir la construcción de
pantanos. Vendrán los grupos ecologistas a oponerse. En este aspecto no hagan mucho caso- en otros, si- pero el agua
es vida. Todos los pueblos deben disponer de balsas, estanques, presas reguladoras
aprovechando los miles de barrancos o cauces secos. Deben tener previstos decenas de
trasvases, la mayoría de ellos deben
ser por tuberías enterradas para mayor garantía y menos pérdidas. Deben
mejorar y educar en las técnicas de riego. Deben montar una industria del reciclaje del agua.
El agua en todo el mundo es un bien escaso. Acumular, administrar y ahorrar
agua es otro de los objetivos nacionales
que su país debe señalars e
TURISMO Y RESIDENCIA : España es
un país que tiene unas características muy positivas: El tiempo en las cuatro estaciones del año; la amabilidad
de sus habitantes ; el interés y
la diversidad de monumentos, historias, culturas, gastronomía, paisajes y actividades a desarrollar
Según ellos
el turismo es un bien importante pero puntual. El Turista es muy nómada.,vendrán años
donde el transporte, la estabilidad y la
seguridad en otros países ribereños de sol y playa, harán disminuir esta industria. Pero lo fijo y
muy previsible es que un buen número de personas de la tercera edad
que han conocido España como turistas,
vengan a residir una vez retirados. Hablaban de
una previsión de unos 10 a 20 millones de residentes extranjeros en los años 2000. Para ello España debía invertir
en transporte por ferrocarril, en la creación de autopistas y mejora de las carreteras locales. Todo lo que se retrasen esas inversiones será retrasar
o incluso perder esta riqueza
LA AGRICULTURA: Fue la tercera exposición
y la recuerdo con infinidad de datos y mapas. En cada apartado estudiaban
productos, fechas, costes etc. Insistían en la necesidad de mejorar las técnicas
de cultivo, del riego y ahorro del agua,
de la mecanización racional, de los invernaderos, de sistemas de transporte y distribución,
de la urgente necesidad de transportes por ferrocarril nocturno y directo a los
grandes mercados. De los países que pueden ser y eran en parte nuestra competencia.
De la formación del profesional, tanto cultivador, como conservero, bodeguero,
etc. Me llamó poderosamente la atención
que insistiera en la conveniencia de que
el estado pagara y fomentara los viajes y estancias de los profesionales del
campo, de la fruta, de la viña etc., a los países donde pudieran aprender. Según
ello no se trataba de copiar, sino de
mejorar
Al
final, resaltaron la necesidad de inculcar estas ideas de futuro
a los jóvenes, para cuando llegara la
hora en que tomen el mando del país no discutan lo esencial, no se confundan en
lo que hay que hacer. La democracia tiene un solo peligro, es la discusión infructuosa, la pérdida de tiempo en lo que Uds. llaman: “sin son galgos o podencos”. Para cuando este
tiempo llegue, la ruta, los objetivo debe estar bien marcados e iniciados .
Ahora echando la vista atrás, me pregunto si ese era el camino a tomar, si es así, tengo
la sensación que hemos perdido demasiado tiempo.
Estoy de acuerdo con el valor de las lenguas, pero permíteme, un matiz, Fernando: Lengua y nacionalidad no son sinónimos. Supongo que no necesitamos demasiados ejemplos, pero desde Suiza a China, pasando por el Reino Unido, creo que se puede y se debe proteger a cualquiera de los cientos, tal vez miles, de lenguas, sin caer en el error de creer que a cada idioma le corresponde una nación, un Estado, un territorio independiente. ¿Verdad que también en esto estamos de acuerdo?
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo. Un abrazo
EliminarQuerido amigo y compañero, por supuesto cuenta con toda la difusión de que sea capaz. No por casualidad, sino porque es un tema que nos preocupa seriamente a muchos españoles, catalanes o no, he tocado el tema en mi ultimo articulo "Cataluña hacia el abismo", del blog LA QUINTA COLUMNA del que te paso el enlace y cuyos comentarios te recomiendo porque hablan de esos cuatro millones de catalanes silenciosos, hasta ahora, excepción y justicia hecha de Albert Rivera y su gente.
ResponderEliminarTe seguiré desde ahora y a ver si poco a poco conseguimos concienciar y activar a esa mayoría silenciosa.
Un fuerte abrazo y mucha suerte.
http://jaime-rochalaquintacolumna.blogspot.com.es