Uno se pregunta cómo hombres sesudos y estudiosos pueden afirmar con rotundidad que es correcta una operación que a cada uno le da resultados totalmente contrapuestos. Por ejemplo, el resultado de la política de Felipe V en Cataluña, unos dicen que fue la ruina de una Cataluña próspera y otros que fue el lanzamiento hacia el progreso y la modernidad.
Unos dicen que Casanovas y Villarroel escriben en sus proclamas: luchar por la Salvación de España y otros atribuyen el motivo de la lucha justo a lo contrario.
Pregunto por qué no interviene la Real Academia de Historia y nos aclara estos conceptos, pues el resultado es que alguien se queda sin coartada o sin tricentenario.
Por qué no hablamos de Barcelona cuando queremos hablar de Cataluña, igual que hasta ahora se ha venido hablando de Madrid cuando se ha querido hablar de España. Sabiendo que todas las intrigas, ambiciones de poder, manipulaciones y puñaladas traperas se generan aquí en la corte del president Artur y sus menestrales, como lo era en la corte del Sr González, del Sr Aznar, Sr, Zapatero o del Sr Rajoy y sus barones. ¡Acláremelo, por favor!
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