Un país
no es fa a cops de falç,
es fa como un Castell. Si el Castell es España, Cataluña es
“l´enxaneta”
La mejor definición de País la dan los castellers de
Vilafranca para definir la Colla : personas que de forma libre y
voluntaria, de todos sexos, edades, sin distinción
social, política, cultural, religiosa, están unidos en la voluntad de levantar un
Castell y donde los valores
democráticos, de cooperación, constancia,
trabajo en equipo, espíritu de superación y esperanza permanente les lleva a
trabajar no solo para lograr la cima del “mon casteller” sino de mantenerse en
ella
Y añadiría lo que otras collas señalan como sus características:
tener seny, equlibrio, valor, serenidad y ningún afán de personalismo
individual
Para levantar un Castell, para que “l ´enxaneta”
levante la mano indicando que se ha logrado el castillo, que se ha cargado, es
necesario que un montón de personas
formen la “piña”, otras el “folre” , otras las “manillas”, otras el “tronc”,
otras sean los “acotxadors”, pero hay
todavía más, muchos más que trabajan como los anteriores sin mas afán que ayudar para que “l´enxaneta fasi l´aleta”. Este, será el único reconocido aunque no quiera y no quiere, pues la filosofía del “ casteller” es el
trabajo en equipo. L`enxaneta nunca hubiera
llegado arriba sin el trabajo
riguroso y callado de cada uno de los cientos que soportan, apoyan, sujetan,
sufren, equilibran , animan, dirigen etc , la construcción de la fantástica
torre. Una obra emocionante y minuciosa
de equilibrio, serenidad, profesionalidad y valor. Allí no cabe: la rauxa, la improvisación, el mirarse al espejo,
el yo más.
Asi es Cataluña. Entre todos, gente que desde aquí, y desde
cualquier otro punto de España, han formado
la piña, el folre, las manillas, el tronc, etc., necesarios para que
nuestra “enxaneta” de un tiempo acá sea Cataluña. Como buenos castellers nos hemos
sentido orgullosos de ella, de verla
“fen l´aleta” con las olimpiadas, con los congresos , con la sagrada
familia, con sus avances tecnológicos, con sus cruceros, con sus equipos deportivos. Cataluña es hoy nuestra “enxneta”, quizás hace muchos años lo
fue Granada, o Toledo, o Sevilla, o Valladolid, o Madrid, ahora con toda la
justicia quien levanta la mano alla arriba es Cataluña
Pero algunos políticos no saben, no entienden, no quieren
aprender del “mon casteller”
probablemente para ellos es tan solo una actividad folclórica. Sin embargo es mucho
más que eso, es la filosofía de como se
hace y mantiene un país. No han aprendido que l` enxaneta no puede
llegar sin el esfuerzo silencioso de muchos otros, del entrenamiento constante,
del trabajo sin gloria, de no distinguir orígenes. Son aquellos políticos que viven de crear problemas para tratar de
airearlos y más tarde intentar solucionarlos, para esos, que se miran el
ombligo, que viven de los mítines, de echar
la culpa de sus fallos a los demás, de ser el nuevo Moises ( 40 años perdido en el
desierto, ¡un record!) que nos llevara a la tierra prometida, para
ellos un Castell – un país- es solo una foto de campaña.
Al igual que cuando se trabajaba en la Transición, predicaremos siempre la filosofía del Castell: discreción, no
culto a la personalidad, seny, equlibrio, valor, equipo y la generosidad , como las virtudes que se necesitaba
para levantar un país.
Hoy algunos nos
quieren quitar el orgullo de decir que l´enxaneta – Cataluña - es nuestra, de toda España, de todos que
desde el cabo de Gata a Finisterre, desde Tarifa a San Sebastian, trabajan y
aplauden cada vez que la vemos “fer l´aleta”.